URGENTE, EMERGENCIA


Estamos aún en la semana de aniversario de nuestra provincia, y lamentablemente el principal tema de conversación es el alarmante alto índice de violencia en el que estamos viviendo, ahora hasta se producen asesinatos, parece ser que hemos sido sitiados por la delincuencia, hasta el párroco lo advertía en su homilía por aniversario, pero increíblemente el alcalde aun no se entera lo que esta sucediendo, según él seria injusto no reconocer que la violencia en nuestra ciudad a disminuido, - ¿será que de tanto viaje hasta se confundió donde esta? -, hasta el pánico ya de nuestra ciudad se esta apoderando, no es necesario revisar estadísticas, basta con darse una vuelta por las calles, pero eso si, sin camionetas ni guarpaespaldas.

Es muy fácil levantar el teléfono y pedir las estadísticas de cuantas denuncias hay en este mes, y con toda seguridad que han bajado, pero el señor alcalde, el coronel y los responsables de la seguridad ciudadana se han preguntado ¿porque mientras roban a diario hasta en el centro de la ciudad con asesinatos incluidos, las denuncias han bajado conciderablemente?; muy simple, la población ya no cree en la policía, algo mucho mas grave aún, porque ya no hay confianza en quien se supone debe dar la seguridad a la ciudad.

Pero, ¿que paso con el plan telaraña que pomposamente presento el alcalde en mayo del 2007 prometiendo convertir a Sullana en la ciudad más segura del norte del país?; ¿qué paso con lo destinado en el año 2007 para la inversión de mas de medio millón de nuevos soles para la adquisición de videocamaras?; ¿y la siempre importante participación de serenazgo?; con el respeto que se merece nuestra policía (a la policía se le respeta) ¿sabrán que mientras envían grandes contingentes de efectivos a cuidar los capitales de las transnacionales y golpear a nuestros compatriotas - tal como lo denunciaron los agricultores que fueron víctimas de la policía por el hecho de defender sus tierras -, nuestra ciudad queda a merced de la delincuencia?

La iglesia a convocado en diversas oportunidades, marchas, minutos de silencio y abrazos por la paz; considero que la efervescencia y el entusiasmo que genera este tipo de actividades en la población es importante, pero si eso no se sabe capitalizar para concretizarlos en planes realmente estratégicos para erradicar la violencia, no habrá sido de mucha ayuda.

Estamos solicitando que en forma urgente se convoque a una sesión en la que autoricemos al alcalde gestione ante la PCM se declare en estado de emergencia a Sullana, por un lapso de 60 días, en el que se debe elaborar en forma urgente un Plan de Emergencia que nos conlleve a restaurar las condiciones mínimas de seguridad, bienestar social y económico y permita asegurar la tranquilidad, paz e integridad física de los ciudadanos y ciudadanas de nuestra provincia, de igual modo hemos recomendado que se priorice recursos económicos y logísticos para viabilizar el Plan de Emergencia.

Considero que en este Plan de Emergencia, en el que no debe quedar excluido ningún sector al momento de su elaboración, se debe primordialmente reforzar a los comités vecinales de seguridad ciudadana, implementándolas en primer lugar, con los equipos mínimos necesarios; segundo, capacitándolas - con ayuda de la policía - para que sepan como actuar en las intervenciones que tengan que hacer; y tercero, incentivándolas de algún modo, uno de ellos puede ser lograr el apoyo de la empresa privada para la creación de comedores populares para los integrantes de estos comités vecinales de seguridad ciudadana.

Si en nuestra ciudad la policía nacional no es sinónimo de seguridad ciudadana, menos lo es el serenazgo, más confianza hay en los comités vecinales - sobre todo en los sectores más pobres -, y con la premisa que seguridad ciudadana es asunto de todos, deberíamos unificar todos los programas de las diversas instituciones vinculadas a nuestra seguridad, y a pesar de la falta de confianza considero que la municipalidad debe transferir los recursos utilizados para seguridad a la policía nacional, obviamente con los debidos mecanismos de vigilancia y control, para asegurar que las políticas y estrategias que se elaboren nos den los resultados esperados.

Es innegable también que existen factores que incrementan la sensación de inseguridad ciudadana, y uno de ellos es la percepción de total impunidad, y aquí exigimos una mayor agilidad en su trabajo tanto al ministerio publico como al poder judicial.

En fin nos queda una ardua tarea para revertir esta situación, esperemos que esta vez trascienda mas allá del entusiasmos y efervescencia de la población y lleguemos a concretar planes, políticas y estrategias por el bien de todos nosotros. Todas las sugerencias y/o aportes deben ser escuchados y analizados, se debe abolir -por lo menos para este tema - la burocracia, entendamos que es urgente porque estamos en emergencia.

* las yipetas del que nos hablan en la imagen son camionetas de lujo

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